viernes, 17 de octubre de 2008

Entorno a la expo RockmyReligion



Rock my Religion
El Domus Artium de Salamanca, conocido con el acrónimo DA2, acaba de inaugurar una gran exposición colectiva en la que se ponen en diálogo la creación plástica y la cultura del rock.
Obras de más de sesenta artistas han sido seleccionadas por Javier Panera en la voluntad de hacer un panóptico de la situación de la creación musical con las artes visuales desde los años cincuenta, en la época de Elvis, hasta los años 2000 con la cultura de la hipermodernidad en la que la cultura es el espectáculo? en ocasiones el espectáculo del rock.
Una banda de rock hizo resonar los muros de la antigua cárcel hoy convertida en museo durante el cóctel inaugural. En la entrada, las paredes estaban cubiertas de una frase transformada en arte óptico por Kendell Geers. El decorado daba la bienvenida al adicto al rockarte con lo que parecía leer rock y que en realidad ponía fuck. Esta diatriba entre la literalidad y la provocación es el leitmotiv que gravita sobre cada sala de esta gran exposición.
Es muy atractiva la sección dedicada al punk. Encontramos un homenaje al cineasta Derek Jarman. Este creador fallecido hace unos años dejó un legado estético comparable al de Fassbinder, con un universo lleno de bellezas culteranas y reinterpretaciones de obras y personajes clásicos. Su biografía fílmica de Caravaggio, su San Sebastián, el Eduardo II o su testamento titulado Blue, una imagen plana con la voz del artista en off realizada en su último año de vida, son algunas de sus magníficas creaciones. Hace poco uno de sus colaboradores Cerith Wyn Evans tuvo un one man show en Musac. Uno de sus coetáneos en políticas punks, el artista del vestido satírico Leigh Bowery, ha sido sujeto de múltiples homenajes póstumos y publicaciones. Ahora DA2 se hace eco de la importancia de estos creadores y programa a uno de ellos, el cineasta Jarman, en sus aportaciones al punk. Además hay carteles de los Sex Pistols, fotografías de Vivienne Westwood en una época incipiente de su carrera como creadora que la colocan a medio camino entre estilista, agiotista y maniquí. Hay en fin, una excelente pieza de Gilbert & George, que vuelve a repetir fuck como slogan del rock y el punk.
Una impresionante video instalación de Douglas Gordon, titulada las Bootleg Series, hace referencia a la química que se establece entre las estrellas del rock y sus audiencias.
En la pieza no solo son cautivadoras las imágenes, sino que la disposición de las pantallas de proyección es fascinante. Parece una pieza tan axial como lo pudo ser en su día el Mapping the Studio de Bruce Nauman, que pudo verse en el Stedelijk Museum de Ámsterdan hace pocas temporadas junto a las violentas esculturas instalación de Marc Bijl, quien también está presente en DA2. En Holanda junto a una moto se leía Ready to crash and burn. En Salamanca junto a una batería de rock se lee Live Fast die young.
Además, está presente el artista Saadane Afif con la pieza de las guitarras eléctricas que se presentó en la Documenta de Kassel y que sincronizadas interpretan una canción. El que fue su compañero de sala en una reciente exposición en Madrid, Alejandro Vidal, está presente con un excelente vídeo de Boxing y percusión, además de exhibir sus fotografías de estética musical en la Casa de las Conchas.
Hay excelentes obras, hasta completar varias decenas de creadores. A esta exposición le pasa como a los conciertos de Madonna, se imagina de qué tratan, casi todo el mundo conoce las canciones, se sabe que hay en ellos polémica e iconoclastia. Pero lo mejor es ir al estadio y bailar al ritmo de la reina del pop. En este caso, lo mejor es ir al museo y bailar al ritmo del arte.
Román Padín Otero
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