De contemporánea integralNo es infrecuente ver casas de arquitectura contemporánea concebidas en estilo novedoso con un interior decorado en mobiliario clásico. La relación de las construcciones del siglo XXI con muebles y obras de arte de diversos estilos no tiene por que ser inadecuada, se puede tener un bonito salón decorado con muebles modernistas y cuadros neoclásicos dentro de un edificio de cubo blanco.
De hecho el primer proyecto privado realizado por Le Corbusier, fue un apartamento en los Campos Elíseos de París encargado al arquitecto por el millonario Charles de Beistegui. La casa era de estilo racional con aristas y muros blancos y gustó al cliente quien sin embargo prefirió decorarla con muebles Luís XVI, espejos rococó de cristal de Murano, chimeneas de mármol negro con apliques de bronce y alfombras de Aubusson llenas de guirnaldas de flores. Esa casa fue un hito, una apuesta arriesgada que tuvo éxito. Actualmente la casa no se conserva pero puede verse en una exposición del Museo Guggenheim de Bilbao dedicada al surrealismo.
En “Cosas del Surrealismo” se muestran también otras casas en las que la edificación en estilo de los años treinta era integralmente intervenida por los artistas surrealistas como Salvador Dalí, Leonor Fini o Piero Fornasetti. Esos trabajos integrales tenían tanto de obra de arte como de decoración global y son sitios absolutamente increíbles. El epítome de ellos sería la conocida habitación hecha con la forma de la cara de Mae West por Salvador Dalí. Una maravilla del arte y el estilo de vida.
En la actualidad podemos hacer arquitecturas contemporáneas, como la que el arquitecto portugués Rui Granzina acaba de entregar en Foz do Arelho recientemente. Se trata de una casa unifamiliar de formas cúbicas con dos grandes ventanales con formas expresionista que dan personalidad a toda la edificación. En la casa se respira el estilo esencialista y puro de la arquitectura lusa contemporánea, con grandes espacios diáfanos, alzados estudiados y la colocación de las ventanas como elemento de decoración, de luz y de sistemático organicismo del edificio.
Para su decoración es idóneo seguir una idea de decoración integral como la que los surrealistas hacían en sus casas dilectas. Un gran muro pintado con estilo grafitero de Carlos Maciá puede ser una manera de decorar el salón, donde se situarían sofás y mesas de estilo funcional o clásico, pues los estilos conviven perfectamente. Las celosías de Tobias Rehberger pueden ser una pieza idónea para tener arte en el hogar a la vez que se separan espacios como el comedor del salón. En las paredes alguna pieza gigante realizada en cuero con cinta adhesiva de Isaque Pinheiro puede dar el toque de viajero eterno a la residencia contemporánea. Y para decorar los muros en la zona de habitaciones unos dibujos in situ de por ejemplo, Santi Jiménez, pueden ser de inteligente actualidad y definitiva belleza. La artista Ana Laura Aláez ha presentado recientemente su pieza “Pabellón de escultura”, una estructura inspirada en el stilo De Stijl, que puede servir para hacer de cualquier gran estancia de la casa un museo donde vivir con arte día a día. Rodeados de arte para vivir.
Román Padín Otero
Mi amigo Rui Granzina ha hecho esta casa en Portugal y yo he escrito un artículo sugiriendo como decorar un"white cube"
