viernes, 12 de febrero de 2010

tom ford


El amor según Tom Ford

Llévame a un lugar tranquilo y déjame en el agua...La película de Tom Ford, "A single man", es un compendio de los elementos estéticos axiales de este creador.

Desde que Tom Ford es unos de los principales actores en el Walhalla del universo creativo contemporáneo, no deja de envolvernos con un racionalismo de salón sublime y lujurioso.

El estribo de Gucci, en los zapatos infinitos de Sigourney Weaver o los corsés firmados para Saint Laurent o sus gafas de pasta en la cara bellísima de Jon Kortajarena, son recreaciones impecables que visten una época.

Él propio Tom Ford es lujurioso y mira a la cámara con ojos de raptor.

En el film que ahora presenta, todo es coherencia de un universo creativo anclado en la cesura y la horizonalidad. Una sinestesia perfecta que crea colores y sonidos armónicos. Una historia de amor contada desde el flashback, con ecos del bulevar Sunset y el Ulises joyceano.

El ritmo es el que lentamente dibuja un dry martini en el cerebelo del que participa en la fiesta. Los diálogos encierran todas las claves de las relaciones amatorias de los que están en "the mood for love".

De aquellos que no pudieron expresarlo,

de los que no pudieron alcanzarlo,

de los que lo vivieron y ya se sienten plenos.

El universo gay podrá rescatar el amor infinito en esta historia, el relato de un amor entre hombres en una época socialmente dificil. La mujer, Juliane Moore, bella bella bella...lo mismo que Jon...lo mismo que el salón de la casa de cristal del protagonista...o la cenefa con forma de panal de la universidad donde enseña el profesor...lo mismo que las lámparas de cerámica reflejadas en los cristales al anochecer que iluminan muebles pulcros y corazones pulcros al borde del desprendimiento.

La película, es una obra de arte en sentido total. Lo mismo que es una obra de arte total el universo de Tom Ford y ella, la película, forma parte del cosmos Ford.

Tiene una maestría narrativa con la imagen que bascula entre la sofisticada recreación de decoraciones de época, a poéticas concepciones fílmicas que evocan vídeos de artista.

Hay escenas con fotografía all american de esencia Ritts, Weber...y todo es equilibrado.

Colin Firth enciende la chimenea en California mientras se ata a la cintura un batín de franela gris.

Colin Firth enciende un cigarrillo con un Dupont.

Colin Firth pasea por un hall de naranjos con Juliane Moore.

Las zapatillas rojas; Gilda; Las damas del bosque de Bolonia;Querelle; Retorno a Brideshead; Rocco y sus hermanos; Retrato de interior con extraño; Happy together


Hoy he despertado con la luz de la mañana y he sentido mi corazón palpitando al ritmo del reloj de la mesita. Noté todo mi cuerpo en sintonía...

Román