viernes, 19 de diciembre de 2008

sous l´empire des crinolines





Sous l´empire des crinolines
El Palais Galliera de París dedica en la actualidad una exposición a la moda en la época del II Imperio francés. Con el sugerente título Sous l´empire des crinolines, bajo el imperio de las crinolinas, se presenta en este Museo de la Moda una gran retrospectiva sobre el vestido en la época de Napoleón III y Eugenia de Montijo.
En los apenas veinte años de gobierno de Napoleón III y Eugénie, entre 1852 y 1870, se produjo el nacimiento del sistema de la moda. Antes de esa época había sobre todo una forma de comercio de materiales textiles lujosos que servían para presentarse con "decoro" en la Corte y en la vida social. Los estilos tomaban su nombre de los monarcas que los imponían, se conocía el estilo en negro de la Corte española de los Austrias, el estilo Luís XIV con lazos, y plumas o aún el estilo Napoleón I inspirado en la antigüedad clásica. El sencillo estilo imperio buscaba alejarse del exceso barroco de la casa Borbón en Francia creando una "etiqueta de Estado de nuevo cuño". Un estilo que cayó en desuso con el derrocamiento de Napoleón I y su destierro a Santa Helena.
Casi treinta años después, Napoleón III, sobrino del depuesto gobernante, toma el control de la política francesa, primero en unas elecciones democráticas y después con un Golpe de Estado y un plebiscito que lo refrenda como nuevo emperador.
Un nuevo estilo de vestido aparece con el II Imperio y en esta ocasión "la etiqueta" se aleja de las imposiciones imperiales para bascular sobre los tres pilares del contemporáneo sistema de la moda. En esa época aparece el primer couturier de la historia que es Charles Frederick Worth, a quien todos consideran un artista, siguiendo sus dictados al pie de la letra en lo referido a la elegancia, los complementos y el diseño. En la época también los grandes almacenes toman importancia. Establecimientos como Au bon marche, Au printemps, Au ­Louvre, se llenan de mostradores donde comprar tejidos y confección.
El segundo pilar de la dialéctica de la moda que aparece en este momento histórico es el de la musa o el modelo. En esos años, París se remodela con la reurbanización diseñada por Haussman y se crea la ciudad nueva y ordenada que visitamos en la actualidad. Una metrópoli evolucionada sobre la villa del París medieval.
En esa ciudad de estilo ordenado, amplias avenidas, puentes profusamente decorados y palacetes de estilo ecléctico, se puede lucir con excelencia la moda de los creadores. La emperatriz Eugenia es la primera musa de la época y su efigie retratada por el pintor Francisco Xavier Winterhalter se convierte en un referente que todas las damas de la realeza, la nobleza, la burguesía y el pueblo desean emular. Los retratos idealizados de Eugenia vestida a la moda recogen el espíritu de los tiempos y la difusión de su imagen en grabados, feuilletons o periódicos y revistas de moda, son el tercer pilar de la moda, la difusión. Así con el II Imperio francés, nace la dialéctica de la moda con el diálogo entre el couturier, la musa, el retratista y la difusión.
En la exposición de Palais Galliera se recrea un salón de baile con la emperatriz ­Eugenia y la princesa Mathilde en compañía de otras damas y caballeros. Ellas llevan las faldas de crinolinas, esas campanas de tela soportadas sobre estructura de crin de caballo que alcanzaban 180 centímetros de diámetro y que son el estilo de la época. Colores como el rosa palo, el violeta desvaído y el azul nublado, son los preferidos de las damas. Mientras que el negro es el color de los caballeros, junto a los uniformes militares ornados de jarretas luminosas, botonaduras y galones dorados. Es el estilo de las postrimerías del fashion system revisitado desde una exposición inolvidable.
Román Padín
To-day en el correo gallego la moda de Napoleón y Eugenia...toujours l´origin du fashion system