I´ve got You under my skin. Vistiéndo una época con Olga Ríos, bajo su piel
ROMÁN PADÍN OTERO
En la Galicia de los años setenta hubo algunos empresarios visionarios que introdujeron una nueva manera de hacer negocios inspirada en la alta calidad, el diseño y la excelencia en la manufactura. En la época, el universo de la moda era todavía el sector textil y se vislumbraban unas perspectivas de futuro en la creación de objetos de valor añadido para llevar a las grandes manufacturas hacia el sistema de la moda y convertirse en motor del comercio en las décadas siguientes.Una de las empresarias más audaces de esos años es la diseñadora de peletería Olga Ríos, quien junto a su familia ha creado una emblemática empresa referente en toda Europa de la calidad purple en la creación de moda con piel.Los inicios de una mujer en el mundo de los negocios en la época anterior a la democracia no están exentos de contenido épico, pues no se debe olvidar en ese aspecto que, en la época anterior a 1978 y a la reforma subsiguiente del Código Civil, las mujeres necesitaban de autorización del páter familias para realizar actividades de tráfico mercantil y contratos civiles. A la incipiente estructura comercial contemporánea en la Galicia de la época, se sumaba la dificultad de poner en marcha en un sector todavía periférico en Galicia como el de la moda una empresa por una dama. ¡Todo pruebas hercúleas, que como Aracne en el cuadro de Velázquez, Olga Ríos supo superar tejiendo con taimado gesto!En los inicios de su trayectoria profesional, Olga Ríos trabajaba en un importante establecimiento de calzado y accesorios de piel en la capital herculina, calzados Madrid. Allí llegó a ser encargada gracias a la eficacia de sus ventas y su don de gentes. Como era costumbre, tras hacerse novia de Manuel Mosquera Fernández y luego tras su matrimonio, Olga dejó su trabajo fuera de casa. Mujer de gran gusto y conocimientos estéticos, no quiso quedarse quieta una vez que sus tres hijas, María, Vicky y Sonia, crecieron, y volvió a trabajar.Se dedicó a la venta de alfombras de piel por distintos establecimientos de decoración de Galicia. Todas aquellas alfombras de pe-lo con formas de animalario y colores a mancha o de texturas variadas tuvieron gran éxito. La peculiaridad de la aventura mercantil de Olga Ríos en la época es que en esas prospecciones comerciales ¡le acompañaba su padre!, pues de otro modo no estaba bien visto que una mujer hiciese ese tipo de actividad.En una de las visitas a un proveedor de alfombras, Olga vio sobre un biombo uno de los llamados body de pieles. Se trataba de piel de zorro, le gustó y lo compró para hacerse un abrigo que ella misma diseñó. Visitó a un confeccionista de A Coruña y le explicó lo que quería. El abrigo tuvo tal éxito que Olga se animó a pensar en poner una boutique taller propio.Con la colaboración de Dina, que se ocupaba de coser, buscaron un local de unos veinte metros en la calle Juan Flórez de A Coruña que decoraron con gracia y funcionalidad y allí se instalaron con la boutique Olga. La tienda era una boutique de día y al caer la noche, tras la cortina verde que servía de telón, aparecía la maquinaria de taller que desperdigaban por todo el pequeño local y así trabajaban la noche sin fin hasta confeccionar los abrigos que al día siguiente serían recogidos por los clientes.Era el año 1975 y de esa época una amistad se mantuvo por siempre en la vida de Olga Ríos. Se trata del bróker de pieles Benet. En la época, la audaz Olga, invirtió todo el escueto capital del que disponía en preparar la boutique y cuando llegó el momento de adquirir pieles para el comercio la disponibilidad era, como siempre en los negocios, muy limitada. Así que Olga visitó a varios vendedores de pieles que le dejaran comprar a plazos, recibiendo diversas negativas, hasta que cuando visitó a Benet, este dijo al jefe de almacén: “Dale a esta gallega lo que necesite, que es de ley”.Y así comenzaron casi cuarenta años de amistad.En poco tiempo, Olga Ríos siguió su trayectoria comercial y de diseño en solitario realizando sus primeros desfiles en torno al año 1978. Desde los inicios en hoteles de A Coruña como el Riazor o el Finisterre y luego en el Palacio de la Ópera, sus pasarelas han sido una cita de la vida social gallega y nacional. Celebridades, amigos, clientes y especialistas de la moda acuden a sus presentacionesSus colecciones en Milán, en la pasarela Mifur; en Madrid, en Casa de Galicia y en Cibeles, o en la legendaria pasarela Galicia Moda, se cierran siempre con el broche de oro de estilismos genuinos, pieles de primera calidad y sorpresas deliciosas en patrones, estampados, teñidos, despinzados, combinaciones de pieles, rasados y pieles nunca vistas. Desde hace años, son las hijas de Olga Ríos, María, Vicky y Sonia, quienes colaboran en la empresa. Vicky desfiló en muchas ocasiones y se centra en la actividad de la confección, en la que es una experta en corte y nuevas técnicas. María es la creativa y junto a su hermana Sonia, también diseñadora, recrean cada año el universo de mano cálida y guante de piel que este invierno lleva por título Blue in love. El arte de la piel, la moda salvaje.y el talento de una saga.
La audacia de dialogar con el visón como si fuera seda oriental
Si en la peletería desde las pasarelas italianas la casa Fendi con los diseños de Karl Lagerfeld es quien ha marcado la evolución hacia las colecciones de moda en piel, en las pasarelas españolas la casa Olga Ríos es quizá, junto a Elena Benarroch, la visionaria sede de la creación de moda para llevar piel ligera como el aire. Las propuestas de moda de Olga Ríos son cálidas como el fuego y bellas como un sueño de Poiret o Worth. La fantasía lleva a advertir entre sus propuestas abrigos de colores axiales como el rojo, el azul o el verde y cortes inusuales en creaciones de piel con formas evocadoras de la sastrería masculina deconstruida.Al ver los sólidos archivos de la casa Olga Ríos se advierten no sólo éxitos mediáticos sino, y sobre todo, es fascinante ver el tránsito de las pieles durante casi cuarenta años en esta empresa que ahora está en una segunda generación ¡de empresarias!Los abrigos largos de zorro y visón con grandes cuellos y mangas importantes propios de los años setenta dan paso a chaquetillas y toreras de piel manchada de los primeros años ochenta. Luego, en un revival de la moda de los años cuarenta los hombros se hacen cuadrados y los largos de los abrigos incorporan decenas de visones hembras para dar tanto vuelo como para poder llevar la pieza puesta y a la vez recogida como si fuera un mantón.En los últimos noventa aparecen con velocidad de escape las pieles tintadas de colores eléctricos como el rosa y el azul klein. Además, se incorporan pieles como la cabra del Tíbet combinada con visón despinzado en abrigos y chaquetas. Con suakara se hacen faldas y pantalones, y además aparecen en las colecciones más recientes toda una serie de posibilidades de la piel que la convierten en elemento cotidiano tanto como símbolo del glamur máximo, como de la elegancia. La colección de invierno 2008 nos devuelve la estética de Blade Runner con mujeres futuristas y aplicaciones de I+D. Es una fortuna contar en nuestra tierra con una empresa adscrita al universo del lujo que genera sinergias y colecciones de listo para llevar tan accesibles como de ensueño. En Galicia, diseño universal.
Marisa Berenson y Barbie con diseños ‘made in Galicia’
Una de las más audaces ideas de la diseñadora Olga Ríos fue la de crear en el año 1996 una colección de abrigos para la modelo muñeca Barbie. En el escaparate de la tienda de A Coruña se ordenaban como en una pasarela de tienda de juguetes una legión de muñecas vestidas con los más delirantes trajes de piel que eran, cómo no, versiones mini de la colección de invierno de la casa. Pieles blancas con napa negra, mancha con volumen, tejidos ingleses con pelo forrando y apliques de cocodrilo o serpiente llenaron editoriales de revistas en toda Europa al ser lucidos desde Galicia por la modelo más famosa del mundo, ¡Barbie!La actriz, modelo y leyenda del universo de la moda, nieta de la diseñadora surrealista Elsa Schiaparelli, Marisa Berenson, también lució las creaciones de Olga Ríos en uno de los eventos de moda convocado por la casa de peletería en A Coruña. Un abrigo de color marfil con el cuello y puños de zorro blanco con aplicaciones de plumas de gallo realizado en lana de llama firmado por Olga Ríos fue una de las fantasías que llevó la célebre actriz en actos y pasarelas y que llenó editoriales en todas las revistas internacionales de moda por la audacia y belleza de la propuesta y, cómo no, por la modelo más elegante del universo de la moda que lo lucía!Entre la clientela de la casa de pieles coruñesa se cuentan también caballeros que gustan de llevar el pelo por dentro de chaquetas deportivas y parkas para lluvia. Nada hay más chic que llevar la piel como diría Cole Porter en su célebre canción bajo la piel, I´ve got you under my skin. Las colecciones de Olga Ríos diseñadas por María y Sonia en la actualidad son de referencia en la pujante industria de moda en la Galicia del siglo XXI.
En la Galicia de los años setenta hubo algunos empresarios visionarios que introdujeron una nueva manera de hacer negocios inspirada en la alta calidad, el diseño y la excelencia en la manufactura. En la época, el universo de la moda era todavía el sector textil y se vislumbraban unas perspectivas de futuro en la creación de objetos de valor añadido para llevar a las grandes manufacturas hacia el sistema de la moda y convertirse en motor del comercio en las décadas siguientes.Una de las empresarias más audaces de esos años es la diseñadora de peletería Olga Ríos, quien junto a su familia ha creado una emblemática empresa referente en toda Europa de la calidad purple en la creación de moda con piel.Los inicios de una mujer en el mundo de los negocios en la época anterior a la democracia no están exentos de contenido épico, pues no se debe olvidar en ese aspecto que, en la época anterior a 1978 y a la reforma subsiguiente del Código Civil, las mujeres necesitaban de autorización del páter familias para realizar actividades de tráfico mercantil y contratos civiles. A la incipiente estructura comercial contemporánea en la Galicia de la época, se sumaba la dificultad de poner en marcha en un sector todavía periférico en Galicia como el de la moda una empresa por una dama. ¡Todo pruebas hercúleas, que como Aracne en el cuadro de Velázquez, Olga Ríos supo superar tejiendo con taimado gesto!En los inicios de su trayectoria profesional, Olga Ríos trabajaba en un importante establecimiento de calzado y accesorios de piel en la capital herculina, calzados Madrid. Allí llegó a ser encargada gracias a la eficacia de sus ventas y su don de gentes. Como era costumbre, tras hacerse novia de Manuel Mosquera Fernández y luego tras su matrimonio, Olga dejó su trabajo fuera de casa. Mujer de gran gusto y conocimientos estéticos, no quiso quedarse quieta una vez que sus tres hijas, María, Vicky y Sonia, crecieron, y volvió a trabajar.Se dedicó a la venta de alfombras de piel por distintos establecimientos de decoración de Galicia. Todas aquellas alfombras de pe-lo con formas de animalario y colores a mancha o de texturas variadas tuvieron gran éxito. La peculiaridad de la aventura mercantil de Olga Ríos en la época es que en esas prospecciones comerciales ¡le acompañaba su padre!, pues de otro modo no estaba bien visto que una mujer hiciese ese tipo de actividad.En una de las visitas a un proveedor de alfombras, Olga vio sobre un biombo uno de los llamados body de pieles. Se trataba de piel de zorro, le gustó y lo compró para hacerse un abrigo que ella misma diseñó. Visitó a un confeccionista de A Coruña y le explicó lo que quería. El abrigo tuvo tal éxito que Olga se animó a pensar en poner una boutique taller propio.Con la colaboración de Dina, que se ocupaba de coser, buscaron un local de unos veinte metros en la calle Juan Flórez de A Coruña que decoraron con gracia y funcionalidad y allí se instalaron con la boutique Olga. La tienda era una boutique de día y al caer la noche, tras la cortina verde que servía de telón, aparecía la maquinaria de taller que desperdigaban por todo el pequeño local y así trabajaban la noche sin fin hasta confeccionar los abrigos que al día siguiente serían recogidos por los clientes.Era el año 1975 y de esa época una amistad se mantuvo por siempre en la vida de Olga Ríos. Se trata del bróker de pieles Benet. En la época, la audaz Olga, invirtió todo el escueto capital del que disponía en preparar la boutique y cuando llegó el momento de adquirir pieles para el comercio la disponibilidad era, como siempre en los negocios, muy limitada. Así que Olga visitó a varios vendedores de pieles que le dejaran comprar a plazos, recibiendo diversas negativas, hasta que cuando visitó a Benet, este dijo al jefe de almacén: “Dale a esta gallega lo que necesite, que es de ley”.Y así comenzaron casi cuarenta años de amistad.En poco tiempo, Olga Ríos siguió su trayectoria comercial y de diseño en solitario realizando sus primeros desfiles en torno al año 1978. Desde los inicios en hoteles de A Coruña como el Riazor o el Finisterre y luego en el Palacio de la Ópera, sus pasarelas han sido una cita de la vida social gallega y nacional. Celebridades, amigos, clientes y especialistas de la moda acuden a sus presentacionesSus colecciones en Milán, en la pasarela Mifur; en Madrid, en Casa de Galicia y en Cibeles, o en la legendaria pasarela Galicia Moda, se cierran siempre con el broche de oro de estilismos genuinos, pieles de primera calidad y sorpresas deliciosas en patrones, estampados, teñidos, despinzados, combinaciones de pieles, rasados y pieles nunca vistas. Desde hace años, son las hijas de Olga Ríos, María, Vicky y Sonia, quienes colaboran en la empresa. Vicky desfiló en muchas ocasiones y se centra en la actividad de la confección, en la que es una experta en corte y nuevas técnicas. María es la creativa y junto a su hermana Sonia, también diseñadora, recrean cada año el universo de mano cálida y guante de piel que este invierno lleva por título Blue in love. El arte de la piel, la moda salvaje.y el talento de una saga.
La audacia de dialogar con el visón como si fuera seda oriental
Si en la peletería desde las pasarelas italianas la casa Fendi con los diseños de Karl Lagerfeld es quien ha marcado la evolución hacia las colecciones de moda en piel, en las pasarelas españolas la casa Olga Ríos es quizá, junto a Elena Benarroch, la visionaria sede de la creación de moda para llevar piel ligera como el aire. Las propuestas de moda de Olga Ríos son cálidas como el fuego y bellas como un sueño de Poiret o Worth. La fantasía lleva a advertir entre sus propuestas abrigos de colores axiales como el rojo, el azul o el verde y cortes inusuales en creaciones de piel con formas evocadoras de la sastrería masculina deconstruida.Al ver los sólidos archivos de la casa Olga Ríos se advierten no sólo éxitos mediáticos sino, y sobre todo, es fascinante ver el tránsito de las pieles durante casi cuarenta años en esta empresa que ahora está en una segunda generación ¡de empresarias!Los abrigos largos de zorro y visón con grandes cuellos y mangas importantes propios de los años setenta dan paso a chaquetillas y toreras de piel manchada de los primeros años ochenta. Luego, en un revival de la moda de los años cuarenta los hombros se hacen cuadrados y los largos de los abrigos incorporan decenas de visones hembras para dar tanto vuelo como para poder llevar la pieza puesta y a la vez recogida como si fuera un mantón.En los últimos noventa aparecen con velocidad de escape las pieles tintadas de colores eléctricos como el rosa y el azul klein. Además, se incorporan pieles como la cabra del Tíbet combinada con visón despinzado en abrigos y chaquetas. Con suakara se hacen faldas y pantalones, y además aparecen en las colecciones más recientes toda una serie de posibilidades de la piel que la convierten en elemento cotidiano tanto como símbolo del glamur máximo, como de la elegancia. La colección de invierno 2008 nos devuelve la estética de Blade Runner con mujeres futuristas y aplicaciones de I+D. Es una fortuna contar en nuestra tierra con una empresa adscrita al universo del lujo que genera sinergias y colecciones de listo para llevar tan accesibles como de ensueño. En Galicia, diseño universal.
Marisa Berenson y Barbie con diseños ‘made in Galicia’
Una de las más audaces ideas de la diseñadora Olga Ríos fue la de crear en el año 1996 una colección de abrigos para la modelo muñeca Barbie. En el escaparate de la tienda de A Coruña se ordenaban como en una pasarela de tienda de juguetes una legión de muñecas vestidas con los más delirantes trajes de piel que eran, cómo no, versiones mini de la colección de invierno de la casa. Pieles blancas con napa negra, mancha con volumen, tejidos ingleses con pelo forrando y apliques de cocodrilo o serpiente llenaron editoriales de revistas en toda Europa al ser lucidos desde Galicia por la modelo más famosa del mundo, ¡Barbie!La actriz, modelo y leyenda del universo de la moda, nieta de la diseñadora surrealista Elsa Schiaparelli, Marisa Berenson, también lució las creaciones de Olga Ríos en uno de los eventos de moda convocado por la casa de peletería en A Coruña. Un abrigo de color marfil con el cuello y puños de zorro blanco con aplicaciones de plumas de gallo realizado en lana de llama firmado por Olga Ríos fue una de las fantasías que llevó la célebre actriz en actos y pasarelas y que llenó editoriales en todas las revistas internacionales de moda por la audacia y belleza de la propuesta y, cómo no, por la modelo más elegante del universo de la moda que lo lucía!Entre la clientela de la casa de pieles coruñesa se cuentan también caballeros que gustan de llevar el pelo por dentro de chaquetas deportivas y parkas para lluvia. Nada hay más chic que llevar la piel como diría Cole Porter en su célebre canción bajo la piel, I´ve got you under my skin. Las colecciones de Olga Ríos diseñadas por María y Sonia en la actualidad son de referencia en la pujante industria de moda en la Galicia del siglo XXI.
En el correo gallego my last article de las familias finas y simpáticas de Galicia, hay alguna más, pero todas las que están son brillantes, chic y han hecho mucho por esta tierra.
El que aguanta gana, como decía Cela y aguanto en silencio haber pasado de amigo dilecto a servidumbre ignorada...ella sabrá por qué!