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Róterdam, diseño y films
SE CELEBRA en los últimos días de enero y primeros de febrero la 40 edición del festival de cine de Róterdam. Un evento en el que durante un par de semanas se proyectan casi trescientas películas, otros tantos cortometrajes y se presentan muchos cineastas a la competición de los Tigres. Con la peculiaridad en esta edición de que participaba el cineasta Sergio Caballero, con la película Finisterrae, que trata unas variaciones fantasmagóricas sobre el mundo galaico y sus valoraciones como final del camino del mundo, y que recibió uno de los premios.
La oportunidad de visitar Róterdam con motivo del festival de cine, lleva aparejado el atractivo, de que al trato ya de por sí cordial y festivo de los holandeses, se suman las proyecciones de novedades cinematográficas y las fiestas y reuniones sociales, que acompañan al festival.
La ciudad ofrece uno de los más vanguardistas skylines de todo el mundo. Y entre sus arquitecturas de grandes torres futuristas y puentes que desafían la gravedad, se puede disfrutar de la peculiaridad de sus transportes acuáticos, de la combinación de edificios del pasado con avances estéticos del futuro y de una inmejorable programación expositiva.
La visita se hace doblemente especial, si se toma alojamiento en el hotel Cruise. El trasantlántico Rotterdam de los años cincuenta, reconvertido en hotel con encanto retro, que amarrado en uno de los puertos de la ciudad ofrece una visión única de una capital vinculada al tráfico marítimo, con el mayor puerto de Europa. Desde el hotel se accede cómodamente al centro en taxi acuático y se pueden visitar desde el mismo, antiguas arquitecturas mercantiles, como el renovado hotel y restaurante New York o la torre Euromast.
Entre la oferta de tiendas de vanguardia y museos, cabe destacar el Boijmans museum. Una institución en la que junto a los cuadros de maestros holandeses del siglo XVII, se pueden ver las vanguardias del siglo XX y excelentes exposiciones de arte y diseño contemporáneos.
Actualmente la diseñadora industrial Hella Jongerius, muestra su universo de arte y ensayo aplicado a los objetos cotidianos, en la exposición monográfica Misfit. Los objetos ideados por esta creadora, abarcan desde las zapatillas para Camper, hasta los jarrones para Ikea. Desde los sofás para Vitra, hasta la reinvención de la porcelana de Delft. Desde objetos realizados con masa de chicle hasta otros en los que la porcelana se funde con la madera. Un universo poético, tan cargado de humor, optimismo y bonhomía, como la propia personalidad del pueblo holandés. Unos vecinos europeos que ofrecen un destino único en Róterdam, enclave único y de ensueño.
Roman Padin otero
