viernes, 29 de mayo de 2009

Román, ECG, todo es pintura?

Esto no es un cuadro, la pintura hoy
Las bellas artes han evolucionado en las últimas décadas hacia la unificación de disciplinas. La pintura, la escultura, la arquitectura o la música, que en el clasicismo eran universos autónomos de la constelación de las musas, fueron sacudidas por el big-bang de la metacultura contemporánea y han devenido en artes interdisciplinares.
Quizás el antecedente por excelencia en la creación de una obra de arte total es Richard Wagner. El genial maestro no sólo ejecutaba personalmente todas las tareas en la invención de un melodrama, desde el libreto hasta la orquestación, si no que su concepción de la obra de arte, era infinita. Era la suya una visión del melodrama absoluta e integrada por todas las artes en conjunción para alcanzar la sublimación estética.
No es equivocado afirmar que Los Ballets Rusos de Diaghilev, hacían también una obra de arte absoluta, con la cooperación de genios en las diversas disciplinas para la invención de un espectáculo integrado. Uno de los colaboradores más universales de esta compañía de danza fue Pablo Picasso. El genial artista fue quizás el primer pintor en hacer la llamada pintura expandida. Así, sus cuadros no tienen límite, sus esculturas son obras de un pintor, las cerámicas evocan a un dibujo de lápiz, sus casas son un taller y en fin, toda su obra en los soportes más diversos es pintura. El concepto pictográfico inventado por Picasso es el antecedente de la pintura más allá de la pintura que prevalece en las últimas décadas.
Sobre este concepto de lo que puede ser pintura hoy, ha inaugurado recientemente una exposición magnífica el Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (Macuf) de A Coruña. La muestra está comisariada por David Barro, el crítico compostelano lleva más de una década estudiando las postrimerías de la pintura contemporánea. Esta exposición le sirve, pues, de escenario para acercar al público sus lúcidas tesis sobre la ilimitada presencia de la pintura en nuestros días.
Son los artistas quienes abren el camino de la investigación al teórico, cuando realizan obras de arte totales como las de Olafur Eliasson, que está presente en la muestra con una lámpara de espejos, que es a la postre un nuevo soporte pictográfico en sus reflejos. Los murales tridimensionales y coloristas de Nathan Carter son expansión de lo escultórico hacia lo pictórico. Ángela de la Cruz, tridimensionaliza la ruina; Peter Zimmermann abunda en el plano infinito del cuadro; Eve Sussman ensueña sobre las Meninas en un vídeo; Katharina Gosse interviene muros enteros con sus obras exentas y Sam Samore hace de la moda un reflejo fotográfico cercano al otro lado del espejo de la pintura.
Son más de 50 los magníficos artistas, que procedentes de colecciones gallegas y portuguesas fundamentalmente, están presentes en la exposición. Una oportunidad que ni pintada para ver pintura y afirmar esto no es un cuadro .
He publicado to-day en El Correo Gallego este artículo sobre la pintura tras la pintura entorno a la exposición comisariada por D. Barro en Macuf...les arts!! Román