Olafur Eliasson
Los carpinteros
Ernesto Neto
Doug Aitken
Cerith Wyn Evans
Carsten Nicolai
Carlsten Höller
Ai Weiwei
Francesca von Habsburg, sus pasajes
bajo el título Pasajes. Viajes por el híper-espacio se presenta en la Laboral de Gijón, una selección de la colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary de Viena. Una visión en panóptico a algunas obras principales de una gavilla de artistas contemporáneos seleccionados por Daniela Zyman y Benjamin Weil.
El centro de arte Laboral, que dirige Rosina Gómez Baeza, convoca a los artistas internacionales más sobresalientes vinculados a las nuevas tecnologías. En esta ocasión la exposición sigue el leitmotiv del centro de arte y la cuidada selección de obras de la colección de Francesca von Habsburg, tienen una imbricación absoluta con las tecnologías, encontrando entre ellas numerosas instalaciones site specific, vídeo creaciones y piezas sonoras.
Desde luego que parte del atractivo de tener en exposición la colección de una aristócrata, socialista y gran personalidad del mundo de la jet y la cultura, como es Francesca von Habsburg, es la propia presencia de la mecenas y coleccionista en el vernissage.
La hija del barón Thyssen, se presenta como una auténtica conocedora y apasionada de la escena artística. Heredera de una tradición de coleccionistas de la que ella representa la cuarta generación, ella misma expresa, como motivo esencial que la impulsó a desarrollar su colección, la pasión por los proyectos de los artistas. Cada vez que recibe un comunicado de un artista con una idea, todos sus desvelos se centran en llevar a la realidad esa ensoñación. Conoce la escena artística desde la infancia y la vive de modo personal desde su etapa de formación en el mundo del arte. Un importante equipo acompaña a Francesca, quien se muestra en todo momento afable y encantada de estar en el Principado con su colección. Su discurso es sólido y capta la atención con autoridad, por ello no es sorpresa que la calidad de las obras que se presentan en exposición sea excelsa.
Una obra de cuatro columnas de luz firmada por Cerith Wyn Evans, abre la muestra en el museo. Otra instalación de retroproyección tricolor firmada por Olafur Eliasson, sirve a los periodistas para retratar a la coleccionista en relación directa con una obra de su colección. También una instalación de violencia expandida firmada por Los Carpinteros; un pasillo como un vientre materno de Ernesto Neto; una columna de cristal china de Ai Weiwei y una instalación de transparencias de Pipilotti Rist, ocupan una sala del museo. En otro ámbito un vídeo matrix de Sergio Prego, dialoga con luces hipnóticas de Carsten Höller y el sonido de Carsten Nicolai junto a los espejos de Doug Aitken.
Un conjunto refinado y real de la escena contemporánea de la mano de una gran dama y un gran centro de arte. Viajar al Principado y ver la hipermodernidad.
El centro de arte Laboral, que dirige Rosina Gómez Baeza, convoca a los artistas internacionales más sobresalientes vinculados a las nuevas tecnologías. En esta ocasión la exposición sigue el leitmotiv del centro de arte y la cuidada selección de obras de la colección de Francesca von Habsburg, tienen una imbricación absoluta con las tecnologías, encontrando entre ellas numerosas instalaciones site specific, vídeo creaciones y piezas sonoras.
Desde luego que parte del atractivo de tener en exposición la colección de una aristócrata, socialista y gran personalidad del mundo de la jet y la cultura, como es Francesca von Habsburg, es la propia presencia de la mecenas y coleccionista en el vernissage.
La hija del barón Thyssen, se presenta como una auténtica conocedora y apasionada de la escena artística. Heredera de una tradición de coleccionistas de la que ella representa la cuarta generación, ella misma expresa, como motivo esencial que la impulsó a desarrollar su colección, la pasión por los proyectos de los artistas. Cada vez que recibe un comunicado de un artista con una idea, todos sus desvelos se centran en llevar a la realidad esa ensoñación. Conoce la escena artística desde la infancia y la vive de modo personal desde su etapa de formación en el mundo del arte. Un importante equipo acompaña a Francesca, quien se muestra en todo momento afable y encantada de estar en el Principado con su colección. Su discurso es sólido y capta la atención con autoridad, por ello no es sorpresa que la calidad de las obras que se presentan en exposición sea excelsa.
Una obra de cuatro columnas de luz firmada por Cerith Wyn Evans, abre la muestra en el museo. Otra instalación de retroproyección tricolor firmada por Olafur Eliasson, sirve a los periodistas para retratar a la coleccionista en relación directa con una obra de su colección. También una instalación de violencia expandida firmada por Los Carpinteros; un pasillo como un vientre materno de Ernesto Neto; una columna de cristal china de Ai Weiwei y una instalación de transparencias de Pipilotti Rist, ocupan una sala del museo. En otro ámbito un vídeo matrix de Sergio Prego, dialoga con luces hipnóticas de Carsten Höller y el sonido de Carsten Nicolai junto a los espejos de Doug Aitken.
Un conjunto refinado y real de la escena contemporánea de la mano de una gran dama y un gran centro de arte. Viajar al Principado y ver la hipermodernidad.
Román Padín Otero