viernes, 23 de julio de 2010

Ars Itineris

Ars itineris
el viaje como forma de expresión artística se conoce desde la antigüedad con la mítica Odisea, hasta la contemporaneidad con las publicidades de la casa francesa de modas Hermes, en las que refiere el "arte del viaje". Entre ambos extremos, numerosas representaciones y motivaciones han llevado a los artistas a reflexionar sobre el hecho de la traslación física, anímica o espiritual.
En lo físico, son hitos en el tratamiento del viaje los cuadernos de jóvenes británicos, quienes apasionados por la antigüedad clásica, realizaban el llamado grand tour, en los siglos XVIII y XIX, para conocer los restos arqueológicos grecolatinos y formarse como caballeros. En lo anímico, una experiencia romántica como el Viaje de Invierno de Schubert, marca también un hito en el romanticismo y representa en forma de lied, las progresiones sensoriales del individuo y sus dilaciones amatorias. Las representaciones espirituales del viaje tienen en las formas de peregrinación religiosa un referente universal de las relaciones entre el alma y el sentimiento, con el viaje o la traslación en el espacio como método vivificante y sanativo.
Desde la Edad Media son muchas las formas de representación de estos viajes religiosos que han llegado hasta nosotros, desde las Cantigas de Alfonso X el Sabio, hasta la novelesca decimonónica, han tratado el pietismo de la peregrinación a Santiago. En cuanto a las representaciones contemporáneas de este hecho de la peregrinación, se refiere habitualmente, el film de Pasolini, Los cuentos de Canterbury, en el que se narran las digresiones de un grupo de peregrinos que viajan a Canterbury y narran historias, la mayoría de ellas de contenido irónico, mordaz o procaz.
Así, el arte contemporáneo en globalidad no se acerca al hecho de la peregrinación de manera sensible hasta fechas recientes en que fotógrafos como Cristina García Rodero o artistas Performer como Zhang Huan, realizan series sobre el tema. No sOlo referidas a Compostela, sino a otros tránsitos ascéticos en otras voces y otros ámbitos.
Pues el viaje es más reconocido para los creadores contemporáneos como viaje interior, experiencia accidental o flaneurie.
Este Año Santo se han convocado citas culturales con el leitmotiv de la peregrinación. El viaje místico del Camino de Santiago forma parte de una acción concebida por Eugenio Ampudia, en la que se trasladan unas nubes de PVC, con proyecciones por el Camino, desde varios museos de toda España, hasta A Quintana. En ellas se incorporan experiencias audiovisuales de peregrinos convertidos en artistas como parte del evento cultural del año.
Roman Padin Otero