sábado, 19 de abril de 2008

When things cast no shadow






















Berlín, la bienal
Se celebra bajo el nombre "when things cast no shadow" la quinta bienal de arte contemporáneo de Berlín, una de las más mediáticas convocatorias en el calendario internacional del arte. La inauguración tuvo lugar a principios del mes de abril y las exposiciones podrán visitarse hasta el mes de junio.
El significado del título, "cuando las cosas no producen sombra", obedece al momento central del día cuando la luz vertical cayendo sobre los objetos no produce alrededor de ellos ninguna refracción. Es una metáfora sobre las circunstancias de la vida sacadas de contexto.
La intención de los comisarios de la muestra, Adam Szymczyk y Elena Filipovic, parece referida al establecimiento de diálogos entre el hombre y la arquitectura en una ciudad tan modificada y a veces dañada por los acontecimientos de la historia como Berlín. Pero lo hacen desde la deslocalización estanca del mundo actual, un planeta que se mira atónito a sí mismo como Narciso en la charca de agua.
De manera un poco banal en el discurso teórico de la bienal se recuerdan usos pasados de edificios que son revisitados por los artistas de hoy. Se mencionan las heridas del muro que dividía la ciudad o se hace ironía al emplear el pabellón Schinkel, un edifico de estilo neoclásico pero realizado en el año 1969 como sede expositiva haciendo un juego de la indefinición de estilos artísticos que producen una de esas ausencias de sombra, ausencia de recuerdo, falta de contexto y desorientación.
Cuatro sedes
Hay cuatro sedes donde se localizan las exposiciones de esta bienal con programación de noche y de día. Es decir, hay obras de arte que serán representadas, exhibidas o proyectadas durante la noche y otras que permanecerán establemente expuestas durante el día.
La primera de las muestras se encuentra en el instituto de arte contemporáneo, el KW. Esta sede fue fábrica de margarina en otra época y es la institución que organiza el evento bienalista. En ella hay un gran número de vídeos, dibujos, intervenciones en espacios diáfanos y esculturas liberadas de pedestal. En general el conjunto es átono y no consiguen colmar los deseos teóricos de descontexto propuestos por los organizadores.
En el mencionado pabellón Schinkel hay muestras de objetos relacionados con el diseño industrial y la cita a otras obras arte. Entre otros se hará una exposición homenaje a Ettore Sottsass y otra a nuevas formas de lámparas espejo firmada por Janette Laverrière.
En el Neue Nationalgalerie, el legendario edifico de arte moderno construido por Mies van der Rohe en los años sesenta, se exponen las esculturas y cuadros de un nutrido grupo de artistas. La intención de los comisarios era devolver al edificio la forma de exhibición de obras de arte originariamente propuesta por el arquitecto. Sin embargo las proporciones de las obras expuestas en diálogo con el edificio no producen un resultado armónico. El conjunto da sensación de provisionalidad y ausencia de discurso.
Por último, el Skulpturenpark, o parque de esculturas, no deja indiferente a nadie. Se trata de una reflexión sobre las obras en la ciudad, el muro y los derribos. Con estupefacta fidelidad se presenta un solar lleno de catas y aspecto de estar preparado para construir sobre él una nueva edificación. Es tan veraz el terreno en construcción que parece una broma. Entre restos de muros hay instalaciones musicales y un vídeo de un personaje con una pasión sexual inconfesable hacia el muro. Sinceramente, no se ve el arte por ningún sitio. Y parece realmente peligrosa esta tendencia hacia el dominio del ensayo intelectual vacío de contenido sobre la obra de arte en el arte del siglo XXI. Es como una repetición del cuento de El traje nuevo del emperador. El gobernante desnudo se pensaba bien vestido por el peloteo de sus cortesanos y un niño lo descubrió para su vergüenza.
Menos mal que en Berlín hay más museos y galerías de arte por metro cuadrado que en ninguna otra ciudad. Todo es encantador. Puede visitarse en el museo Hamburger Bahnhof, una preciosa exposición del fotógrafo Wolfgang Tillmans. Se puede visitar también una monográfica de dibujos de Matthias Grünewald y los cuadros del siglo XIX en el Alte Museum. A veces la audacia no es buena consejera.
En el correo gallego he publicado este artículo sobre la bienal de berlín titulada "when things cast no shadow"