domingo, 20 de abril de 2008

Piano concierto Maxim




VARIACIONES PARA PIANO SOLO. VISITA CON MAXIMINO ZUMALAVE
ROMÁN PADÍN OTERO
Una de las grandes mejoras acometidas para el concierto cultural en la Galicia del siglo XXI ha sido la relacionada con la programación musical, así lo subraya Maximino Zumalave en la conversación que mantenemos en su casa familiar de Santiago de Compostela.Desde la galería del salón se ve la frondosidad de una de las alamedas de la ciudad y en el interior de la bonita residencia, el gran piano de cola, como no podía ser de otro modo, preside la confortable habitación. Rodeados de libros, recuerdos de representaciones del maestro y objetos de arte relacionados con la música transcurre nuestra entretenida charla.Desde niño le acompaña el piano y junto a su hermano, Manolo, pasaron divertidas anécdotas en torno a la música y la vida de la familia en la casa santiaguesa. Recuerda y me muestra una fotografía en uno de los balcones de la casa en un atípico día de nieve en Santiago.Los dos hermanos, muy unidos comparten sonrisa, frío y bufanda con las mismas franjas, como de college inglés, en la terraza con balaustrada de la casa. Otros recuerdos de los hermanos con la madre Rosalía y el padre Maximino, los sitúan en la playa Compostela de Vilagarcía de Arousa o paseando por la Alameda de Santiago mientras se disfrutaban de las buenas conversaciones con amigos. Uno de sus profesores, Ángel Brage, lo dirigió hacia la música desde la perspectiva profesional. Y Maximino durante sus estudios universitarios destaca como ya como un activo partícipe en la vida cultural estudiantil y funda el Coro Universitario.Al licenciarse en Biología, completa sus estudios de música en Madrid y poco después se traslada a Alemania y a Austria durante varios años para cursar junto a Helmut Rilling en la Bach Academie de Stutgart la formación como director de orquesta. De esta época con Helmut Rilling, otro de sus maestros, menciona Maximino una cuestión que le ha servido de mucho en su vida y es que el músico debe estudiar la partitura acercándose al espíritu de su autor, a lo que el creador quiso decir. El intérprete, el director debe saber contextualizar y entresacar aquello que el autor quiso transmitir en el metalenguaje musical para ser razonable voz del legado artístico del compositor.Esta actitud de “saber escuchar” caracteriza la personalidad de Maximino Zumalave y a esa dialéctica fluida suya se debe su participación en el desarrollo y forja del proyecto del Auditorio de Galicia. En época del alcalde Xerardo Estévez, recuerda el maestro, se tenía una visión ilusionante de un Santiago internacional. El ideario de la ciudad la organizaba como un conjunto de zonas residenciales concebidas por arquitectos estrella nacionales e internacionales. Además el interés por las programaciones culturales del alcalde y sus colaboradores como Denis Hombre, José Manuel Villanueva o el propio Maximino hicieron que el nombre de Santiago se encontrara en la primara línea de las carteleras de orquestas y teatros de referencia en todo el mundo, otorgando a la ciudad un servicio para sus vecinos y una celebridad sin precedentes.De esa época recuerda Maximino la oferta excelsa y las temporadas que se puso en Marcha la Real Filarmonía de Galicia y la presencia del maestro Helmut Rilling como director de la orquesta junto al propio Maximino como director residente.Muchas fueron las veladas de éxito que compartió en la época con los músicos de la Real Filarmonía en gira internacional o actuando en las capitales españolas. Además junto a su madre, hermano, cuñada y sobrinos disfrutó de no pocos reconocimientos, como su ingreso en la Academia de Bellas Artes de Galicia Nuestra Señora del Rosario. Su discurso sobre la lectura de la obra musical titulado La partitura, encuentro entre compositor e intérprete es un laudatorio homenaje al creador artístico y las interpretaciones.Como una reflexión del estilo de las realizadas por la filósofa norteamericana Susan Sontag en torno a las lecturas del arte, Maximino se adentra en este ensaño en la dualidad de la versión y la literalidad. En épocas recientes su actividad didáctica se ha incrementado al ser invitado por la Consellería de Educación a organizar los Encontros de Orquestras dos Conservatorios Superiores de Música de Galicia”. También en la programación del Auditorio sigue con la temporada de orquesta de Santiago, con giras y conciertos didácticos. Tiene también una destacada participación como profesor de sinfonismo en Música en Compostela. Una de las actividades que más le hacen disfrutar es el estreno de obras de compositores contemporáneos suyos o la programación de veladas en las que junto a los músicos clásicos del s. XIX como Schubert o Tchaikovsky, se programen contemporáneos como Antón García Abril o clásicos contemporáneos como Benjamín Britten.Entre reflexiones de las artes y análisis de las contemporaneidades de la vida cultural gallega, se sienta al piano e interpreta algunas frases de la Turandot de Puccini. El leitmotiv musical representa la pasión por la vida, “joie” de Maximino Zumalave.
Varios retratos de la historia, las efigies de sendos pentagramas
Una de las peculiaridades del ambiente que rodea a Maximino Zumalave en su residencia familiar de Santiago de Compostela es la interesante selección de recuerdos relativos a la parte más biográfica de la música que llenan cada rincón de sus habitaciones.En la escalera, un retrato de Bach recibe al amigo visitante. Varias efigies de Beethoven en distintas fases de su biografía cubren las paredes de la sala de estar, la mirada febril del compositor alemán se asienta entre recuerdos de artes neoclásicas y alardes de las vanguardias de la escuela de París. Un retrato en miniatura de Mozart, fechado en el último año de vida del genial músico, se esconde entre los libros de la gran biblioteca el músico.Además una colección de batutas realizadas en elegantes materiales nobles ocupa otras estanterías junto a las ediciones de obras completas de Wagner y algunas ediciones legendarias de conciertos del romanticismo alemán. La época vivida por Maximino se respira en cada rincón de la sala, pero eso no deja de quitarle interés por la belleza del arte y los paisajes gallegos o por el recuerdo al renacimiento representado en las colecciones vaticanas que es una de sus predilecciones.De la Roma eterna atesora no pocos recuerdos como las visitas que pudo realizar a los apartamentos privados en el Vaticano. Allí pudo admirar fantasías arquitectónicas con forma de logia de doble orden y algunos de los dibujos y pinturas más legendarios y de difícil acceso de Rafael y otros autores del Renacimiento italianoLos artistas gallegos como Masiá, quien retrato deliciosamente a la madre de Maximino, o las obras de Lodeiro son muy del gusto de Maximino. Un busto del maestro hecho en metal brillante por el escultor Paparolo preside humorístico el recibidor de la casa y junto a él aparecen como por anécdota, como el arte en Roma que habita por doquier, otros dibujos, bocetos y antiguas fotografías de inspiración simbolista y factura “fin de siécle”. Entre otras hermosuras destacan unos dibujos de Leonor Fini, en los que aparece retratada la representación de la belleza de Baudelaire, una esfinge fatal.
Con arrullo de voces femeninas y otras amistades deliciosas
Cuando Maximino recuerda algunas colaboraciones profesionales que le resultan dilectas transita por toda Europa.Entre sus fascinaciones por las voces destaca a Victoria de los Ángeles con quien no colaboró sobre la escena pero a quien sí considera la gran dama de la voz española con proyección internacional.También le encandila la cantante María Bayo quien ha realizado representaciones en compañía de Maximino Zumalave y recuerda con especial cariño una velada de éxitos en Londres. En Santiago de Compostela tiene grato recuerdo de la representación con Iris Vermillion, con quien se creó una atmósfera inolvidable e intimista en la sala.Entre los artistas con los que ha colaborado destaca Teresa Berganza. Con la gran mezzosoprano española no sólo le une una afectuosa relación de amistad, sino también muchos recuerdos y éxitos de la escena.Realizó con ella una gran gira europea que le llevó a ciudades en Francia y los países Nórdicos. En los programas con la cantante española reunían páginas inolvidables de la música francesa como Massenet y Bizet. También clásicas cantatas de Rossini o repertorio español con las canciones populares de Falla y recientemente las canciones gallegas de Antón García Abril.Me hace notar Maximino que las interpretaciones en compañía de Berganza van siempre acompañadas de gran expectación tanto en España como en el extranjero. Los aplausos que preceden a la actuación son presagio de éxito. En los conciertos pocas veces experimentó una simbiosis tan grande con el público. Con las frases primeras de la Seguidilla de Carmen, se respira fascinación pues Teresa es la voz de romántica heroína.
En el correo gallego he publicado este perfil de mi amigo Maximino Zumalave, un caballero español!