Laxeiro en privado
La historia de la vida privada está llena de páginas deliciosas que celebran el mundo del arte. En muchas casas particulares se han dado cita, desde la antigüedad, los artistas con sus comitentes más íntimos para compartir la pasión por la creación.
En el clasicismo, los mecenas eran destacados personajes de la alta sociedad que contaban entre sus colaboradores preferidos a los artistas. El arte moderno y el ascenso de la burguesía, trajo una nueva forma de relación entre el creador y su coleccionista. El siglo XX puso en valor la figura del artista como celebridad social y personaje acomodado que compartía con los fans sus progresivas épocas creativas. Picasso es el gran artista icónico siempre rodeado de amigos célebres y envuelto en un aura de figura mediática tan fascinante como su propia obra. Son infinitas las pequeñas anécdotas que se conocen sobre Pablo Picasso y son increíbles las colecciones privadas que atesoran sus obras. Picasso en privado se pudo conocer gracias a la custodia de amantes del arte como Peggy Guggenheim, los Thyssen, los Beyeler o su propia familia con Paloma y Claude a la cabeza. En Galicia, el arte del siglo XX cuenta también con destacados artistas presentes en colecciones privadas. Entorno a los años de la transición, las casas de la burguesía y de los intelectuales gallegos se caracterizaban por el gusto hacia el trabajo de los artistas gallegos en la escuela de París y los abstraccionistas. Estas colecciones habitadas por Colmeiro, Dans, Novoa, Acisclo, coincidían siempre en el atesoramiento de piezas creadas por Laxeiro. Óleos de estilo neo románico firmados por Laxeiro representando escenas clásicas como maternidades, fiestas y folklore, aparecían colgados en los salones junto a papeles con composiciones tardocubistas de colores planos y predominio del negro. Eran obras en su mayoría de pequeño formato, bajo cuya tenencia subyacía el interés por el trato con el artista y la voluntad de participar de la contemporaneidad artística y cultural de la época. A veces Laxeiro retrataba a los tenedores de las colecciones. En otras ocasiones, Laxeiro ejecutaba un cuadro durante el vernissage de una de sus exposiciones en una galería. Alguna vez, le escuchamos tocando la flauta mientras comentaba una maravillosa colección privada de dibujos de su autoría. Ahora la Fundación Laxeiro, en Vigo, expone una selección de obras procedentes de colecciones privadas. Laxeiro en las colecciones privadas puede visitarse hasta setiembre y es una de las exposiciones imprescindibles de la temporada, pues con ella se conoce más del arte del siglo XX y mucho de la historia de Galicia.
En el clasicismo, los mecenas eran destacados personajes de la alta sociedad que contaban entre sus colaboradores preferidos a los artistas. El arte moderno y el ascenso de la burguesía, trajo una nueva forma de relación entre el creador y su coleccionista. El siglo XX puso en valor la figura del artista como celebridad social y personaje acomodado que compartía con los fans sus progresivas épocas creativas. Picasso es el gran artista icónico siempre rodeado de amigos célebres y envuelto en un aura de figura mediática tan fascinante como su propia obra. Son infinitas las pequeñas anécdotas que se conocen sobre Pablo Picasso y son increíbles las colecciones privadas que atesoran sus obras. Picasso en privado se pudo conocer gracias a la custodia de amantes del arte como Peggy Guggenheim, los Thyssen, los Beyeler o su propia familia con Paloma y Claude a la cabeza. En Galicia, el arte del siglo XX cuenta también con destacados artistas presentes en colecciones privadas. Entorno a los años de la transición, las casas de la burguesía y de los intelectuales gallegos se caracterizaban por el gusto hacia el trabajo de los artistas gallegos en la escuela de París y los abstraccionistas. Estas colecciones habitadas por Colmeiro, Dans, Novoa, Acisclo, coincidían siempre en el atesoramiento de piezas creadas por Laxeiro. Óleos de estilo neo románico firmados por Laxeiro representando escenas clásicas como maternidades, fiestas y folklore, aparecían colgados en los salones junto a papeles con composiciones tardocubistas de colores planos y predominio del negro. Eran obras en su mayoría de pequeño formato, bajo cuya tenencia subyacía el interés por el trato con el artista y la voluntad de participar de la contemporaneidad artística y cultural de la época. A veces Laxeiro retrataba a los tenedores de las colecciones. En otras ocasiones, Laxeiro ejecutaba un cuadro durante el vernissage de una de sus exposiciones en una galería. Alguna vez, le escuchamos tocando la flauta mientras comentaba una maravillosa colección privada de dibujos de su autoría. Ahora la Fundación Laxeiro, en Vigo, expone una selección de obras procedentes de colecciones privadas. Laxeiro en las colecciones privadas puede visitarse hasta setiembre y es una de las exposiciones imprescindibles de la temporada, pues con ella se conoce más del arte del siglo XX y mucho de la historia de Galicia.
He publicado to-day en el correo gallego este artículo sobre Laxiro en las colecciones privadas...una expo genial que se puede ver en la Fundación en Vigo...Román