jueves, 31 de julio de 2008
domingo, 27 de julio de 2008
retrato fingido y verdadero
Retrato fingido y verdadero
ROMÁN PADÍN OTERO
Dos exposiciones bien distintas sirven para repasar la importancia del retrato como género. Caixa Galicia expone en su sede de A Coruña El retrato en el Prado. De Goya a Sorolla, un paseo por la forma de representación de la efigie humana a lo largo del denso y fascinante siglo XIX, una época de retratos verdaderos en los que se buscaba mostrar la psicología y estatus del personaje.
En otro ámbito, la Galería C5 expone las obras de Carla Bedini, una pintora contemporánea que hace lo que podríamos llamar maravillosos retratos fingidos, pues con una técnica atractiva y realista reproduce como maniquís, las efigies de unas muñequitas rescatadas de las pesadillas góticas o de las ilusiones barrocas. Son dos formas postrimeras de representar la figura del hombre. El siglo XIX del arte español está siendo revisitado en merecidas exposiciones por toda la geografía española. En la muestra El siglo XIX en el museo de Bellas Artes de Bilbao o en El siglo XIX en el Prado se han repasado todos los estilos de esa centuria de cambios y evoluciones.
Ambas han sido ocasiones excelentes para poner en valor el arte del siglo XIX español, pues sentimos en España mucha fascinación por el XIX en francés y, a veces, parece que olvidamos un poco la excelsa producción de Goya, los Madrazo, Antonio Esquivel, Carlos de Haes o Jenaro Pérez Villaamil. Como reflexión hemos de pensar que el Louvre es especialmente célebre por la gran pintura francesa del XIX, hagamos lo propio con la pintura española en el Prado o en los Museos Provinciales de Bellas Artes o en muestras de itinerancia como esta con la que ahora nos regala Caixa Galicia.
El título de esta exposición refiere a un itinerario figurado entre las postrimerías de las formas de expresión artística que abrieron y cerraron las puertas del inmenso siglo XIX. En el principio, los albores constitucionalistas daban pie a creaciones de retratos psicológicos cargados de narración polemista. En el final, la exangüe presencia exánime del Ancient Régime con sus envaramientos y hábitos sociales trasnochados, daba pie a la búsqueda de paraísos exóticos, el abandono del dibujo y la preponderancia del color o la mancha. De Goya a Sorolla, deja espacio entre medias para un minucioso examen de las formas del arte decimonónico en los retratos neoclasicistas, cuadros de gabinete, retratos realistas, pinturas costumbristas y pinturas de impresiones lumínicas.
Los cuadros de Goya que inauguran el siglo y dan título a la muestra fueron y son reflejo ineludible de un cambio de aspecto en la representación de las efigies masculinas de busto. También, los grandes pintores neoclásicos españoles alumnos de Jacques-Louis David en París como José de Madrazo y J. A. de Ribera entre otros destacados, compondrían la overtura a las fases pictóricas de un siglo, que en España, se iría separando progresivamente de esas influencias napoleónicas para acercarse a la revisión en formas diversas del arte de Velázquez con las representaciones neobarrocas inspiradas en los contrastes de luz o claroscuro, la mancha de color y la visión centrada en las figuras exentas de decorados.
Luego los retratos limpios como lacas chinas de Agustín Esteve, los neoclasicismos de José Aparicio, el realismo de Vicente López, el romántico Esquivel, las conversation pieces de José Roldán y el colorismo de Sorolla o Emilio Sala como colofón.
El XIX un gran siglo del arte con cambios tan importantes como el paso del viejo mundo absolutista al nuevo democrático. En una tradición de retrato de gabinete, expone sus cuadros Carla Bedini en la galería C5 de Santiago de Compostela. Su trazo es pausado y preciso. Pinta unas mujercitas vestidas como de hada, de hija del Rin, de musa de Balthus, de recuerdo a Franz Haals, de heroína de cómic o de personaje de Edgar Alan Poe que es fascinante.
Es una exposición en la que hay mucho que ver, está en el vértigo de la belleza y lo cursi pero es abiertamente una continuación del arte del retrato clásico en lectura fingida.
Dos exposiciones bien distintas sirven para repasar la importancia del retrato como género. Caixa Galicia expone en su sede de A Coruña El retrato en el Prado. De Goya a Sorolla, un paseo por la forma de representación de la efigie humana a lo largo del denso y fascinante siglo XIX, una época de retratos verdaderos en los que se buscaba mostrar la psicología y estatus del personaje.
En otro ámbito, la Galería C5 expone las obras de Carla Bedini, una pintora contemporánea que hace lo que podríamos llamar maravillosos retratos fingidos, pues con una técnica atractiva y realista reproduce como maniquís, las efigies de unas muñequitas rescatadas de las pesadillas góticas o de las ilusiones barrocas. Son dos formas postrimeras de representar la figura del hombre. El siglo XIX del arte español está siendo revisitado en merecidas exposiciones por toda la geografía española. En la muestra El siglo XIX en el museo de Bellas Artes de Bilbao o en El siglo XIX en el Prado se han repasado todos los estilos de esa centuria de cambios y evoluciones.
Ambas han sido ocasiones excelentes para poner en valor el arte del siglo XIX español, pues sentimos en España mucha fascinación por el XIX en francés y, a veces, parece que olvidamos un poco la excelsa producción de Goya, los Madrazo, Antonio Esquivel, Carlos de Haes o Jenaro Pérez Villaamil. Como reflexión hemos de pensar que el Louvre es especialmente célebre por la gran pintura francesa del XIX, hagamos lo propio con la pintura española en el Prado o en los Museos Provinciales de Bellas Artes o en muestras de itinerancia como esta con la que ahora nos regala Caixa Galicia.
El título de esta exposición refiere a un itinerario figurado entre las postrimerías de las formas de expresión artística que abrieron y cerraron las puertas del inmenso siglo XIX. En el principio, los albores constitucionalistas daban pie a creaciones de retratos psicológicos cargados de narración polemista. En el final, la exangüe presencia exánime del Ancient Régime con sus envaramientos y hábitos sociales trasnochados, daba pie a la búsqueda de paraísos exóticos, el abandono del dibujo y la preponderancia del color o la mancha. De Goya a Sorolla, deja espacio entre medias para un minucioso examen de las formas del arte decimonónico en los retratos neoclasicistas, cuadros de gabinete, retratos realistas, pinturas costumbristas y pinturas de impresiones lumínicas.
Los cuadros de Goya que inauguran el siglo y dan título a la muestra fueron y son reflejo ineludible de un cambio de aspecto en la representación de las efigies masculinas de busto. También, los grandes pintores neoclásicos españoles alumnos de Jacques-Louis David en París como José de Madrazo y J. A. de Ribera entre otros destacados, compondrían la overtura a las fases pictóricas de un siglo, que en España, se iría separando progresivamente de esas influencias napoleónicas para acercarse a la revisión en formas diversas del arte de Velázquez con las representaciones neobarrocas inspiradas en los contrastes de luz o claroscuro, la mancha de color y la visión centrada en las figuras exentas de decorados.
Luego los retratos limpios como lacas chinas de Agustín Esteve, los neoclasicismos de José Aparicio, el realismo de Vicente López, el romántico Esquivel, las conversation pieces de José Roldán y el colorismo de Sorolla o Emilio Sala como colofón.
El XIX un gran siglo del arte con cambios tan importantes como el paso del viejo mundo absolutista al nuevo democrático. En una tradición de retrato de gabinete, expone sus cuadros Carla Bedini en la galería C5 de Santiago de Compostela. Su trazo es pausado y preciso. Pinta unas mujercitas vestidas como de hada, de hija del Rin, de musa de Balthus, de recuerdo a Franz Haals, de heroína de cómic o de personaje de Edgar Alan Poe que es fascinante.
Es una exposición en la que hay mucho que ver, está en el vértigo de la belleza y lo cursi pero es abiertamente una continuación del arte del retrato clásico en lectura fingida.
I have published este text on portraits mientras en Biarritz buscábamos Hermés, en Burdeos también y en el CAPC les toilettes...the contemporary art bathroom´s. Some contemporary art is a toilette
domingo, 13 de julio de 2008
Música barroca, arte abstracto y moda
Música barroca, arte abstracto y moda
ROMÁN PADÍN OTERO
Hay tres eventos culturales que ocupan estos días la agenda del aficionado. En Santiago de Compostela se celebra el festival Via Stellae. En Madrid se expone la obra de Cy Twombly y en París se homenajea al modisto Valentino. El primer festival de música clásica de Galicia es el Via Stellae, una programación excelente con primeros intérpretes de la escena internacional que bajo la dirección artística de José Víctor Carou congrega en Santiago y en otras localizaciones escogidas en todo el mapa gallego, a los más fascinantes músicos para interpretar composiciones fundamentalmente barrocas.
La inauguración del festival en la Iglesia de San Martiño Pinario regaló a la audiencia con la fortuna de escuchar el Monteverde Choir dirigido porJohn Eliot Gardiner con un repertorio de motetes y obras corales a capella que abarcaban desde el músico Francisco Guerrero del siglo XVI, hasta las obras visionarias del siglo XX firmadas por Messiaen y Poulenc. Una magia abrió el concierto con dos motetes interpretados desde el coro de la iglesia, una puesta en escena vigorizante para la música.
Otras veladas excelentes se continuarán hasta fines de julio, con la programación de un Dido y Eneas de Purcell con The New London Consort y la ópera La serva Padrona de Pergolesi con Alessandrini a la batuta. También hay dos actuaciones dirigidas por Minkowski que son excelsas y como expansión del festival hacia el clasicismo y la música contemporánea hay un pequeño ciclo de lied y obras de contemporáneos como John Cage o Stravinski. Es una fortuna de la cultura universal tener propuestas como ésta en tierras gallegas.
La audacia a la que nos tiene acostumbrados el Museo del Prado bajo la dirección de Zugaza, nos coloca ahora en el ámbito de los diálogos de las grandes obras del arte barroco que llenan las salas de la pinacoteca, con la producción de uno de los genios del arte contemporáneo. El artista americano residente en Roma, Cy Twombly, un sobresaliente representante del abstraccionismo poético ha sido invitado a colgar su serie titulada Lepanto, en diálogo con algunas obras de Velázquez. No es desubicada la invitación a Cy Twombly para exhibir sus obras en la primera institución cultural española, pues el artista es él mismo uno de los primeros genios del arte del siglo XX. El pintor que reside en Roma desde hace décadas hace una pintura en la que mimetiza la caligrafía con los campos de color consiguiendo unas vibraciones cromáticas de exultante potencia poética. La serie Lepanto que se exhibe en España, es una petición del polémico curator Harald Szeeman, quien para la bienal de Venecia de 2001, solicitó al maestro que realizara unas variaciones sobre el tema del Fundamento de la humanidad. El talento de Twombly le indujo a citar el pasado y retratar las batallas en la que la contingencia entre turcos otomanos y la liga santa, produjo una de las páginas épicas de la historia del hombre. El dramático acontecimiento tantas veces retratado por Tiziano, Tintoretto o Veronés es rescatado por Twombly y revisitado con su gesto de pintura infimita y dulce armonía del color tembloroso. Una exposición legendaria en el museo de los museos.
Tras la inolvidable muestra dedicada a Valentino en el Ara Pacis de Roma, ahora una nueva retrospectiva en París celebra la carrera del diseñador. La espectacular exposición que acoge el Musée des Arts Décoratifs parisino agrupa entorno a 200 modelos del creador italiano. La importancia del trabajo del couturier a lo largo de 45 años aparece resaltada por una espléndida mise en scéne creada para la ocasión y una organización de sus vestidos en torno a dos ámbitos plásticos. Las variaciones de su estilo elegante en rojo, negro y blanco ocupan una parte de la muestra. Las variaciones sobre los animal prints y las combinaciones de cromatismos con dibujos geométricos ocupa otra parte de la exposición. Un homenaje al estilo elegante y atemporal del couturier.
Tres eventos de la música, la pintura y la moda que nos abren el camino hacia la heterogeneidad y diversidad de las expresiones artísticas en el mundo contemporáneo. Todo es posible en el arte bajo el arco de la belleza formal y la solidez intelectual.
Hay tres eventos culturales que ocupan estos días la agenda del aficionado. En Santiago de Compostela se celebra el festival Via Stellae. En Madrid se expone la obra de Cy Twombly y en París se homenajea al modisto Valentino. El primer festival de música clásica de Galicia es el Via Stellae, una programación excelente con primeros intérpretes de la escena internacional que bajo la dirección artística de José Víctor Carou congrega en Santiago y en otras localizaciones escogidas en todo el mapa gallego, a los más fascinantes músicos para interpretar composiciones fundamentalmente barrocas.
La inauguración del festival en la Iglesia de San Martiño Pinario regaló a la audiencia con la fortuna de escuchar el Monteverde Choir dirigido porJohn Eliot Gardiner con un repertorio de motetes y obras corales a capella que abarcaban desde el músico Francisco Guerrero del siglo XVI, hasta las obras visionarias del siglo XX firmadas por Messiaen y Poulenc. Una magia abrió el concierto con dos motetes interpretados desde el coro de la iglesia, una puesta en escena vigorizante para la música.
Otras veladas excelentes se continuarán hasta fines de julio, con la programación de un Dido y Eneas de Purcell con The New London Consort y la ópera La serva Padrona de Pergolesi con Alessandrini a la batuta. También hay dos actuaciones dirigidas por Minkowski que son excelsas y como expansión del festival hacia el clasicismo y la música contemporánea hay un pequeño ciclo de lied y obras de contemporáneos como John Cage o Stravinski. Es una fortuna de la cultura universal tener propuestas como ésta en tierras gallegas.
La audacia a la que nos tiene acostumbrados el Museo del Prado bajo la dirección de Zugaza, nos coloca ahora en el ámbito de los diálogos de las grandes obras del arte barroco que llenan las salas de la pinacoteca, con la producción de uno de los genios del arte contemporáneo. El artista americano residente en Roma, Cy Twombly, un sobresaliente representante del abstraccionismo poético ha sido invitado a colgar su serie titulada Lepanto, en diálogo con algunas obras de Velázquez. No es desubicada la invitación a Cy Twombly para exhibir sus obras en la primera institución cultural española, pues el artista es él mismo uno de los primeros genios del arte del siglo XX. El pintor que reside en Roma desde hace décadas hace una pintura en la que mimetiza la caligrafía con los campos de color consiguiendo unas vibraciones cromáticas de exultante potencia poética. La serie Lepanto que se exhibe en España, es una petición del polémico curator Harald Szeeman, quien para la bienal de Venecia de 2001, solicitó al maestro que realizara unas variaciones sobre el tema del Fundamento de la humanidad. El talento de Twombly le indujo a citar el pasado y retratar las batallas en la que la contingencia entre turcos otomanos y la liga santa, produjo una de las páginas épicas de la historia del hombre. El dramático acontecimiento tantas veces retratado por Tiziano, Tintoretto o Veronés es rescatado por Twombly y revisitado con su gesto de pintura infimita y dulce armonía del color tembloroso. Una exposición legendaria en el museo de los museos.
Tras la inolvidable muestra dedicada a Valentino en el Ara Pacis de Roma, ahora una nueva retrospectiva en París celebra la carrera del diseñador. La espectacular exposición que acoge el Musée des Arts Décoratifs parisino agrupa entorno a 200 modelos del creador italiano. La importancia del trabajo del couturier a lo largo de 45 años aparece resaltada por una espléndida mise en scéne creada para la ocasión y una organización de sus vestidos en torno a dos ámbitos plásticos. Las variaciones de su estilo elegante en rojo, negro y blanco ocupan una parte de la muestra. Las variaciones sobre los animal prints y las combinaciones de cromatismos con dibujos geométricos ocupa otra parte de la exposición. Un homenaje al estilo elegante y atemporal del couturier.
Tres eventos de la música, la pintura y la moda que nos abren el camino hacia la heterogeneidad y diversidad de las expresiones artísticas en el mundo contemporáneo. Todo es posible en el arte bajo el arco de la belleza formal y la solidez intelectual.
This article on beauty de el correo gallego del sábado 12 junio
Felipe "querrecho"
La familia Rodríguez Padín, os querrechos
ROMÁN PADÍN OTERO
El pazo de los Rodríguez Padín se encuentra en el lugar de Vilaxoán en Vilagarcía de Arousa. La primera referencia histórica de la edificación data de 1098. En ella se localiza un personaje relevante llamado D. Juan Mariño de Sotomayor, un caballero de la baja edad media (siglo XIV), a quien se atribuye la construcción de la mayor parte del pazo y que además da nombre al lugar de ubicación de la casona (Villajuán). En la iglesia anexa – una exquisita y austera obra de arte románico, que forma un conjunto con el pazo–, se encuentra enterrado el caballero fundador de la casa palaciega y es, desde la modernidad, la iglesia parroquial del lugar.Una de las características principales del pazo es su sobriedad, sobre todo en su fachada principal. Lo que aparece como un signo de su carácter defensivo y militar. En la parte posterior de la casa, hay una solana muy sencilla soportada por cuatro columnas que dibujan un alzado posterior de la casa de una gran dignidad. Entre flores y plantas se cubre parte del edificio que se comunica con un jardín francés. En el centro del huerto hay un laberinto de boj, varias palmeras y otras especies que dan gran frondosidad a la finca. Entre las plantas aparecen unos grandes setos de hortensias de colores azules y blanco que son el emblema de la casa.Hay, además, un gran hórreo del siglo XVII y varios pozos y rincones románticos. En una de las torres aparece el escudo de los Sotomayor y Castro, primeros moradores de la casa, que después pasó al conde de Maceda y al Marqués de Castelar.En el siglo XIX el pazo fue adquirido por la familia Padín que actualmente es la propietaria. Miguel Padín Cardalda es el paterfamilias de esta saga propietaria de la gran casa pazo en la actualidad. Un prohombre gallego que emigró a Puerto Rico e hizo fortuna en la otra orilla del Atlántico.Entre otras inversiones, adquirió bienes de renta agropecuaria e industrial en la isla de Cuba y con otras actividades ligadas al ámbito de la banca solidificó una considerable posición.En su viaje de vuelta a Galicia, me cuenta Felipe, su bisnieto y anfitrión en esta visita, que casi fue recogido al vuelo para dos cometidos. Cuando el barco procedente de América estaba atracando en el puerto de A Coruña, fue recogido para ser informado de su matrimonio en fechas inminentes con Josefa Piñeiro.La otra información y novedad que le traían al muelle era la venta en subasta de una importante casa en su zona natal. Se trataba del pazo del Marqués de Castelar, que junto con la inmensa finca de la propiedad se ponía en venta por un valor muy atractivo.La casa fue adquirida por Miguel Padín y pasó desde entonces a ser el hogar de su familia.La propiedad, que tenía una gran finca, fue objeto de una expropiación administrativa para hacer la carretera comarcal que une Vilagarcía con Cambados, lo cual da una idea de la magnitud de la casa y de sus tierras. En la actualidad se conserva la gran finca amurallada con el imponente frente y el jardín francés. La iglesia anexa a la casa ya no es de la propiedad, pero al ver el conjunto, se pone de relieve la gran capacidad económica de la casa en el pasado y aún por su emplazamiento y vigor, la sobresaliente posición de la casa hoy.Miguel Padín fue el fundador de la banca homónima que pasó luego a ser vendida a la banca Deza y en fin a la Banca de Olimpio Pérez. De su matrimonio con Josefa, tuvo una hija llamada Josefa. La niña vino al mundo en el pazo, y contrajo matrimonio con Luis Rodríguez Pernas. Este era el entonces administrador del marqués de Aranda y señor de Rubianes. Motivo por el que el joven que era de la zona cercana a Santiago de Compostela se trasladó a vivir a Vilagarcía, donde conoció a la que sería su mujer y con quien se continuó la saga vinculada a la propiedad del pazo.Del matrimonio hubo diez hijos, algunos de los cuales residieron en la zona de O Salnés y otros se trasladaron a distintas zonas de Galicia. Los hijos del matrimonio tuvieron una vida con grandes posibilidades y diversas comodidades que no les impidieron desarrollar carreras profesionales y destacar en distintos ámbitos.Tres de los hijos son entrañables y populares en Galicia y a ellos se puede agradecer especialmente la continuación de la tradición de esta familia.Dos de las hijas, Ana y María de la Concepción, fueron unas jóvenes que hacían vida en Madrid y que deseosas de emprender una actividad profesional propia, abrieron un restaurante en las partes dedicadas a lagar de la casa. Conocidas cariñosamente con el sobrenombre de as Querrechas, porque me dice Felipe, eran pequerrechas, crearon uno de los restaurantes de mayor prestigio y popularidad de Galicia en la década de los setenta y los ochenta. El restaurante Pazo do Lagar es una invención de estas dos hermanas a quien tanto debe el arte de don Álvaro Cunqueiro y la familia de menciñeiros y maestros reposteros.El hermano que acompañó a as Querrechas en esta actividad profesional siempre fue el además patrón mayor de Vilaxoán durante décadas, Alfredo, el padre de mi anfitrión, Felipe, y de su hermano, también Alfredo.
Cocina y creadoras. En el seno de un gran pazo de Vilaxoán
Las hermanas as Querrechas abrieron su restaurante con las bases de la cocina que hacían los cocineros de la familia en su vida privada en el pazo. Fueron audaces, pues en la época en que abrieron el restaurante, no era frecuente que unas señoritas de sociedad se pusieran detrás de los fogones. Y a decir de sus sobrinos Felipe y Alfredo, continuadores en el restaurante del pazo de la tradición de sus tías, fue su reconocimiento un éxito que alcanzaron con gran tesón y unas dotes extraordinarias para la cocina. Eran expertas en los guisos, la empanada de mariscos y pescados y, en fin la gran cocina clásica gallega equiparable a las recetas de la Marquesa de Parabere en su legendario manual.El restaurante de decoración tradicional tenía entre sus comensales asiduos a escritores, políticos y empresarios de Galicia como el nobel Cela, el presidente Leopoldo Calvo Sotelo y la familia de los conserveros Calvo, por mencionar solo a algunos. Pero era también una realidad que grupos de visitantes en vacación procedentes de toda España llenaban las salas del antiguo lagar con sus frecuentes visitas.La larga tradición de las hermanas as Querrechas tocó a su fin con la jubilación hace aproximadamente un lustro. Y fueron sus sobrinos Felipe y Alfredo quienes tras una remodelación de la casa reabrieron con enorme éxito la cocina tradicional del restaurante. En la actualidad, muchas personalidades y gente del cine y el arte visitan el restaurante a diario para degustar sus innovadoramente tradicionales recetas, entre ellas el mejor brazo de gitano de Galicia y los mejores guisos marineros.Los jardines centenarios de la casa pueden visitarse y, entre otras virtudes, cuenta este gran pazo con ser una de esas formas “a la francesa” de mantener en vívida actualidad una de esas grandes residencias que representan la memoria histórica del país.Cuenta la tradición que en las mesas de esta casa de almuerzos se fraguaron no pocos importantes negocios y proyectos empresariales, entre ellos el desarrollo de la actividad portuaria de Vilagarcía.
La continuación con Felipe y Alfredo. Las nuevas generaciones
Alfredo se casó con Matucha Iglesias Varela y de su matrimonio nacieron dos hijos. Felipe, nuestro anfitrión, y su hermano Alfredo. Alfredo padre colaboró con sus hermanas desde siempre en el restaurante Pazo do Lagar y fue además durante media vida patrón mayor de Vilaxoán, pues era propietario de mejilloneras. Además, en la tradición de este pueblo de la costa arousana, Alfredo participa en la coral local quienes celebran cada año la conocida fiesta de Vilaxoán canta, una reunión de todo el pueblo en la plaza del campo para cantar en coro multitudinario las más conocidas canciones marineras.Felipe y Alfredo son los dos licenciados en Farmacia. El primero vive en Barcelona y aparte de la carrera, realizó una especialidad en ortopedia. Muy aficionado a la ópera es un asiduo del Liceo, donde le gusta poder escuchar las obras de melodía infinita de Richard Wagner, de quien prefiere especialmente el Tanhauser.Alfredo vive en Galicia y está casado con Nuria Mateos y tienen dos hijos. Marido y mujer pertenecen al mundo de la farmacia y Alfredo decidió con la reapertura del restaurante cambiar la receta por el fogón para dedicarse a la tradición familiar instaurada por sus tías. Los dos hermanos, aunque muy presentes en el ámbito profesional de la farmacia, decidieron seguir la tradición culinaria de las tías y reabrieron el restaurante O Lagar hace un año aproximadamente y son ellos los encargados en la actualidad los de mantener encendida la lumbre de esta casa con casi media centuria de vida en el muy artístico campo de la restauración. No es baladí mencionar que la cocina de este pazo está en la actualidad en las más altas cumbres de calidad y sabor.
El pazo de los Rodríguez Padín se encuentra en el lugar de Vilaxoán en Vilagarcía de Arousa. La primera referencia histórica de la edificación data de 1098. En ella se localiza un personaje relevante llamado D. Juan Mariño de Sotomayor, un caballero de la baja edad media (siglo XIV), a quien se atribuye la construcción de la mayor parte del pazo y que además da nombre al lugar de ubicación de la casona (Villajuán). En la iglesia anexa – una exquisita y austera obra de arte románico, que forma un conjunto con el pazo–, se encuentra enterrado el caballero fundador de la casa palaciega y es, desde la modernidad, la iglesia parroquial del lugar.Una de las características principales del pazo es su sobriedad, sobre todo en su fachada principal. Lo que aparece como un signo de su carácter defensivo y militar. En la parte posterior de la casa, hay una solana muy sencilla soportada por cuatro columnas que dibujan un alzado posterior de la casa de una gran dignidad. Entre flores y plantas se cubre parte del edificio que se comunica con un jardín francés. En el centro del huerto hay un laberinto de boj, varias palmeras y otras especies que dan gran frondosidad a la finca. Entre las plantas aparecen unos grandes setos de hortensias de colores azules y blanco que son el emblema de la casa.Hay, además, un gran hórreo del siglo XVII y varios pozos y rincones románticos. En una de las torres aparece el escudo de los Sotomayor y Castro, primeros moradores de la casa, que después pasó al conde de Maceda y al Marqués de Castelar.En el siglo XIX el pazo fue adquirido por la familia Padín que actualmente es la propietaria. Miguel Padín Cardalda es el paterfamilias de esta saga propietaria de la gran casa pazo en la actualidad. Un prohombre gallego que emigró a Puerto Rico e hizo fortuna en la otra orilla del Atlántico.Entre otras inversiones, adquirió bienes de renta agropecuaria e industrial en la isla de Cuba y con otras actividades ligadas al ámbito de la banca solidificó una considerable posición.En su viaje de vuelta a Galicia, me cuenta Felipe, su bisnieto y anfitrión en esta visita, que casi fue recogido al vuelo para dos cometidos. Cuando el barco procedente de América estaba atracando en el puerto de A Coruña, fue recogido para ser informado de su matrimonio en fechas inminentes con Josefa Piñeiro.La otra información y novedad que le traían al muelle era la venta en subasta de una importante casa en su zona natal. Se trataba del pazo del Marqués de Castelar, que junto con la inmensa finca de la propiedad se ponía en venta por un valor muy atractivo.La casa fue adquirida por Miguel Padín y pasó desde entonces a ser el hogar de su familia.La propiedad, que tenía una gran finca, fue objeto de una expropiación administrativa para hacer la carretera comarcal que une Vilagarcía con Cambados, lo cual da una idea de la magnitud de la casa y de sus tierras. En la actualidad se conserva la gran finca amurallada con el imponente frente y el jardín francés. La iglesia anexa a la casa ya no es de la propiedad, pero al ver el conjunto, se pone de relieve la gran capacidad económica de la casa en el pasado y aún por su emplazamiento y vigor, la sobresaliente posición de la casa hoy.Miguel Padín fue el fundador de la banca homónima que pasó luego a ser vendida a la banca Deza y en fin a la Banca de Olimpio Pérez. De su matrimonio con Josefa, tuvo una hija llamada Josefa. La niña vino al mundo en el pazo, y contrajo matrimonio con Luis Rodríguez Pernas. Este era el entonces administrador del marqués de Aranda y señor de Rubianes. Motivo por el que el joven que era de la zona cercana a Santiago de Compostela se trasladó a vivir a Vilagarcía, donde conoció a la que sería su mujer y con quien se continuó la saga vinculada a la propiedad del pazo.Del matrimonio hubo diez hijos, algunos de los cuales residieron en la zona de O Salnés y otros se trasladaron a distintas zonas de Galicia. Los hijos del matrimonio tuvieron una vida con grandes posibilidades y diversas comodidades que no les impidieron desarrollar carreras profesionales y destacar en distintos ámbitos.Tres de los hijos son entrañables y populares en Galicia y a ellos se puede agradecer especialmente la continuación de la tradición de esta familia.Dos de las hijas, Ana y María de la Concepción, fueron unas jóvenes que hacían vida en Madrid y que deseosas de emprender una actividad profesional propia, abrieron un restaurante en las partes dedicadas a lagar de la casa. Conocidas cariñosamente con el sobrenombre de as Querrechas, porque me dice Felipe, eran pequerrechas, crearon uno de los restaurantes de mayor prestigio y popularidad de Galicia en la década de los setenta y los ochenta. El restaurante Pazo do Lagar es una invención de estas dos hermanas a quien tanto debe el arte de don Álvaro Cunqueiro y la familia de menciñeiros y maestros reposteros.El hermano que acompañó a as Querrechas en esta actividad profesional siempre fue el además patrón mayor de Vilaxoán durante décadas, Alfredo, el padre de mi anfitrión, Felipe, y de su hermano, también Alfredo.
Cocina y creadoras. En el seno de un gran pazo de Vilaxoán
Las hermanas as Querrechas abrieron su restaurante con las bases de la cocina que hacían los cocineros de la familia en su vida privada en el pazo. Fueron audaces, pues en la época en que abrieron el restaurante, no era frecuente que unas señoritas de sociedad se pusieran detrás de los fogones. Y a decir de sus sobrinos Felipe y Alfredo, continuadores en el restaurante del pazo de la tradición de sus tías, fue su reconocimiento un éxito que alcanzaron con gran tesón y unas dotes extraordinarias para la cocina. Eran expertas en los guisos, la empanada de mariscos y pescados y, en fin la gran cocina clásica gallega equiparable a las recetas de la Marquesa de Parabere en su legendario manual.El restaurante de decoración tradicional tenía entre sus comensales asiduos a escritores, políticos y empresarios de Galicia como el nobel Cela, el presidente Leopoldo Calvo Sotelo y la familia de los conserveros Calvo, por mencionar solo a algunos. Pero era también una realidad que grupos de visitantes en vacación procedentes de toda España llenaban las salas del antiguo lagar con sus frecuentes visitas.La larga tradición de las hermanas as Querrechas tocó a su fin con la jubilación hace aproximadamente un lustro. Y fueron sus sobrinos Felipe y Alfredo quienes tras una remodelación de la casa reabrieron con enorme éxito la cocina tradicional del restaurante. En la actualidad, muchas personalidades y gente del cine y el arte visitan el restaurante a diario para degustar sus innovadoramente tradicionales recetas, entre ellas el mejor brazo de gitano de Galicia y los mejores guisos marineros.Los jardines centenarios de la casa pueden visitarse y, entre otras virtudes, cuenta este gran pazo con ser una de esas formas “a la francesa” de mantener en vívida actualidad una de esas grandes residencias que representan la memoria histórica del país.Cuenta la tradición que en las mesas de esta casa de almuerzos se fraguaron no pocos importantes negocios y proyectos empresariales, entre ellos el desarrollo de la actividad portuaria de Vilagarcía.
La continuación con Felipe y Alfredo. Las nuevas generaciones
Alfredo se casó con Matucha Iglesias Varela y de su matrimonio nacieron dos hijos. Felipe, nuestro anfitrión, y su hermano Alfredo. Alfredo padre colaboró con sus hermanas desde siempre en el restaurante Pazo do Lagar y fue además durante media vida patrón mayor de Vilaxoán, pues era propietario de mejilloneras. Además, en la tradición de este pueblo de la costa arousana, Alfredo participa en la coral local quienes celebran cada año la conocida fiesta de Vilaxoán canta, una reunión de todo el pueblo en la plaza del campo para cantar en coro multitudinario las más conocidas canciones marineras.Felipe y Alfredo son los dos licenciados en Farmacia. El primero vive en Barcelona y aparte de la carrera, realizó una especialidad en ortopedia. Muy aficionado a la ópera es un asiduo del Liceo, donde le gusta poder escuchar las obras de melodía infinita de Richard Wagner, de quien prefiere especialmente el Tanhauser.Alfredo vive en Galicia y está casado con Nuria Mateos y tienen dos hijos. Marido y mujer pertenecen al mundo de la farmacia y Alfredo decidió con la reapertura del restaurante cambiar la receta por el fogón para dedicarse a la tradición familiar instaurada por sus tías. Los dos hermanos, aunque muy presentes en el ámbito profesional de la farmacia, decidieron seguir la tradición culinaria de las tías y reabrieron el restaurante O Lagar hace un año aproximadamente y son ellos los encargados en la actualidad los de mantener encendida la lumbre de esta casa con casi media centuria de vida en el muy artístico campo de la restauración. No es baladí mencionar que la cocina de este pazo está en la actualidad en las más altas cumbres de calidad y sabor.
My friend Felipe and son frére Alfredo have reopened the restaurant de sus tías en el pazo de la familia. Noblesse oblige!
miércoles, 9 de julio de 2008
martes, 8 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
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