sábado, 27 de noviembre de 2010

Una era de creatividad, El correo gallego


UNA ERA DE CREATIVIDAD

ROMÁN PADÍN
ANTE LA ATONÍA económica y social que estamos viviendo, es necesario buscar alternativas creativas que nos sirvan de brújula para iluminar el camino hacia el futuro.
La cultura del espectáculo en la que nos hemos sumido en la última década, ha producido una saturación de los mercados y hartazgo del consumo. Todo el ciclo artístico y creacional, se estuvo apoyando en las masas. La cantidad de visitantes en las exposiciones, la cantidad de ventas en la moda, el precio de cotización en las obras de arte o los metros cuadrados de las casas exhibidas con obscenidad en las revistas de decoración, fueron la regla áurea para valorar lo bueno.
Esa adoración al vellocino de oro ha tenido un desenlace fatal, no por castigo de viejas escrituras, sino por la lógica maduración de los mercados y sobre todo por pretender generar un planeta liberal, anclado exclusivamente en lo fáctico y ajeno a lo metafísico, a lo ético y a lo estético.
La vida racional sin poética no es posible y la situación actual lo demuestra. No se pueden calibrar las exposiciones por las cabezas rapadas que las visitan, sino por la calidad de sus discursos intelectuales y plásticos. El interés de la moda no se ciñe al volumen de venta, ha de tener también una componente filosófica y apoyar una deontología del gusto. El precio de las obras de arte, es indicativo de su importancia especulativa, pero no puede sustituir calibraciones técnicas de las creaciones. En fin, la decoración de interiores es un arte en el que se plasma la armonía de las artes aplicadas y no debe ser sólo un mecanismo para promocionar la venta de objetos temporales de mala calidad.
Ahora, cuando las expectativas parecen limitadas y no se ve salida, es necesario revisar todo este comportamiento banal y avanzar hacia la razón de ser. Buscar la esencia estética y ética de las cosas. Cualquiera conoce el argumento de la Tetralogía wagneriana. El anillo del Nibelungo es un drama en el que el poder se adquiere renunciando al amor. No busquemos mercado sin ética, ni arte sin trascendencia, la realidad ha demostrado que no funciona óptimamente.
En Galicia, los alumnos de la UVigo, en la titulación de diseño, Esdemga, han presentado su desfile de fin de estudios. Resulta alentador ver el show en el Museo de Pontevedra, donde se produjo una eclosión de creatividad visionaria. Tecnología, creatividad y fantasía son las claves que afinan esta propuesta de los jóvenes diseñadores. Entre tanta exposición absurda en los museos públicos, arquitecturas fatuas en edificios públicos y conciertos públicos medio vacíos, resulta optimista ver un atisbo de modernidad dende a miña terra galega.